Última entrega del informe sobre la ruta normal del Aconcagua, desde Berlín o Cólera hasta la cumbre más esperada.

Por lo general digo que llegar a Berlín es la primera mitad del viaje y el ascenso. El día de la cumbre es la otra mitad. Es un ascenso sin mayores dificultades técnicas pero de gran demanda física y mental. Aquí los efectos de la altitud se vuelven definitivamente notables, incluso habiendo logrado una buena aclimatación. El día de la cumbre normalmente comienza muy temprano, el camino es bastante obvio y asciende entre formaciones rocosas hasta llegar a un área de rocas de formas caprichosas y muy claras conocidas como «Piedras Blancas» (6,060 m). Aquí el camino definitivamente se monta en el borde norte, hasta llegar a un pequeño pasaje a través del cual se puede acceder a la ladera noreste de la montaña. Desde aquí, el ascenso continúa hasta llegar a los zigzags que llevan a uno de los puntos clave del día de la cumbre: Refugio Independencia (6.380 m). Este será un buen momento de la subida para corroborar la condición general y las reservas de energía para enfrentar las etapas finales. La decisión de continuar a partir de este punto debe ser bien pensada. Ahora asciende hacia un borde afilado al oeste del refugio, conocido como «Portezuelo del Viento». Desde este punto comienza el cruce, una ruta extensa con poca irregularidad que cruza sobre el gran transporte en dirección este-oeste. Aquí las condiciones suelen ser muy cambiantes. En primer lugar, es un área que normalmente está expuesta al viento de la mañana, un viento de valle que aumenta en ráfagas debido al gran arrastre que causa una fuerte caída en la sensación térmica.
En lo que se refiere a la tierra, en algunas ocasiones suelen estar presentes losas de nieve congelada, incluso hielo, lo que hace que el uso de crampones y picos sea esencial. La pendiente no supera los 30º, pero un deslizamiento en una losa a esta altura puede causar daños graves.
El cruce conduce a una diagonal mucho más pronunciada y esto, a su vez, nos lleva a la base de «La Canaleta», donde encontramos una pared rocosa de conglomerados y una base cóncava conocida como «La Cueva» (6.650 m).
Este es otro punto clave, de descanso obligatorio. Un buen momento para rehidratarse, comer, reunir energía y evaluar las posibilidades de enfrentar el ascenso de la Canaleta. También suele ser un buen punto para aligerar la carga de nuestra mochila, dejando lo que ya no consideramos indispensable en ningún depósito entre las rocas.
La Canaleta es ascendida por caminos bastante empinados que lo cruzan en su extremo oeste, muy cerca de la pared rocosa, que comienza a estrecharse hasta desaparecer en el acarreo. Aquí avanza ligeramente hacia la derecha en terrenos empinados y con rocas sueltas. A partir de este punto, nuevamente en zigzags cortos, se avanza directamente en busca del borde.
Unos pocos metros antes del borde, se accede al camino que, en una travesía ligeramente ascendente, cruza el «Filo del Guanaco», siempre unos pocos metros por debajo, evitando así la exposición al muro sur. En este punto, la altura es de 6,800 m y la cima es visible hacia el este, justo al final del cruce. Aquí la carga debida a la hipoxia alcanza su punto crítico. Los pasos se vuelven lentos y es necesario repetir los descansos para relajar las piernas y recuperar el pulso.

Personalmente recomiendo en estos últimos estiramientos forzar un poco de ventilación para tener más oxígeno a nivel de los alvéolos pulmonares. También tenga caramelos dulces en sus bolsillos y vaya a ingerirlos repetidamente para mantener el nivel de azúcar en la sangre. Finalmente, tener un termo con una bebida caliente para estos medidores finales de fatiga ayudará a controlar la deshidratación que será inevitable debido a la fuerte hiperventilación, el aire seco y la imposibilidad de tener tanto líquido para el ascenso.
Este cruce aunque parece que estaremos depositados en la cumbre en poco tiempo suele exigir 45 minutos o 1 hora de marcha dura. Aquí es donde todo nuestro trabajo físico, físico y mental se pone a prueba para enfrentar este esfuerzo.
Fuente: Aconcagua: la cima de América. Mauricio Fernández. Ediciones cumbre
Finalmente, en los últimos metros del sendero «Filo del Guanaco», ascendemos por un corredor muy rocoso que rodea la cumbre hacia el Norte, para finalmente montar en los últimos escalones de roca que terminan en la parte superior.
Primera parte
Segunda parte
Tercera parte
Cuarta parte